Propongo que la propiedad de la empresa se distribuya entre los que la quieran de verdad. Se hace un registro nacional y los que quieran ser accionistas se anotan. Entre todos ellos se divide la empresa, de esta forma la sentirán realmente propia. Esta acción podrá ser vendida por sus poseedores a partir del quinto año de su suscripción. El Directorio y su management actual, altamente comprometidos en su gestión, permanecerán en sus puestos.
En el mismo día del traspaso a los nuevos y verdaderos dueños populares, se termina el subsidio del estado nacional. No tiene sentido que el resto de la sociedad que renunció a su patrimonio siga girando dinero a esta empresa; o lo hace con todas las empresas aerocomerciales para estimular el sector, o no incentiva a ninguna. Así como no es lógico ayudar a Ford y perjudicar a Fiat, tampoco lo sería ayudar a AA y no a LAN o a Andes.
Si necesita financiamiento, pued emitir un bono como el de YPF y seguramente sus accionistas saldrán a comprarlo como forma de apoyar su nueva empresa. O puede realizar convenios con las provincias que claman por vuelos baratos hacia sus ciudades.
Es hora que los defensores a ultranza de una línea nacional den un paso al frente y suscriban esta propuesta. Yo paso.